La legionella es una bacteria ambiental que cuando llega el buen tiempo casi siempre es noticia. Este microrganismo se encuentra en aguas superficiales, ríos, estanques, en torres de refrigeración etc. por lo que cuando llega el buen tiempo toma relevancia. Por eso, nunca está de más saber exactamente qué es la legionella, cómo se contagia y los principales síntomas a fin de poner remedio con la mayor celeridad.
Más allá de en espacios naturales, este tipo de bacteria puede encontrarse en instalaciones en las que se use el agua para su funcionamiento.
Una empresa de desinfección te dirá que los lugares más habituales donde se puede encontrar la legionella son: en instalaciones de agua sanitaria, caliente y fría, torres de refrigeración, bañeras de hidromasaje, piscinas de agua caliente etc. Por eso la realización de unas labores de mantenimiento preventivo efectuadas por profesionales ayudará a tener controlada la situación y que esas instalaciones estén libres de todo tipo de bacterias.
¿Qué es la legionella?
La legionella es una enfermedad causada por la bacteria Legionella pneumophila que se transmite, por la inhalación de pequeñas gotas de agua contaminadas por dicho organismo, conocidas como aerosoles. Las personas mayores de 50 años, fumadoras o con alguna enfermedad pulmonar etc. son las más susceptibles de padecer este mal.
Generalmente la legionella se presenta como una infección pulmonar conocida como enfermedad del legionario o como fiebre de Pontiac. Los síntomas de la primera podrían relacionarse como una neumonía con fiebre alta, mientras que la segunda se manifiesta como un proceso febril agudo.
Cómo se contagia la legionella
Como hemos dicho unas líneas más arriba, la legionella se transmite a través de la inhalación de pequeñas gotas de agua contaminadas o a través del contacto directo con la misma. Por eso es importante contar con unas instalaciones libres de todo tipo de bacterias o virus. Si por desgracia se ha detectado la presencia de esta bacteria, hay que actuar con rapidez y tomar las medidas adecuadas para erradicarla y minimizar las posibilidades de infección.
Dentro de las dos formas de contraer la enfermedad, la inhalación de aerosoles es el principal foco de transmisión. Duchas, bañeras, jacuzzis… son solo algunos de los lugares donde este microorganismo puede estar presente en los sistemas de suministros de agua.
Otra forma de transmisión es el contacto directo con agua contaminada. El ejemplo más claro es bebiéndola. De todas formas es importante saber que este tipo de mal solo se contagia de estas dos formas. No se puede contraer la legionella a través del contacto con una persona que la padece.
Legionella síntomas
Las personas que padecen este virus pueden presentar dos enfermedades: enfermedad del legionario y fiebre de Pontiac.
Los síntomas de la enfermedad del legionario son muy parecidos a algunos tipos de neumonía y sus síntomas más frecuentes son: dificultades para respirar, tos seca, dolores de cabeza y musculares y suelen presentarse entre 2 y 10 días después de la exposición a las bacterias.
Por su parte, la fiebre de Pontiac es más leve que la primera y sus síntomas principalmente son fiebre y dolores musculares señales muy similares a padecer gripe y el periodo de incubación comienzan entre las pocas horas y los cinco días de estar expuesto.
La legionella es una enfermedad que no hay que tomarse a la ligera. Si vemos que la situación se agrava, lo más recomendable es acudir a nuestro médico y contarle En Desinfecciones Abando nos encargamos de la desinfección de todo tipo de instalaciones. Contamos con las herramientas adecuadas para eliminar todo rastro de virus y bacterias a fin de prevenir la propagación de aerosoles.