Ratas y ratones son una de las plagas más desagradables que uno pueda padecer en su vivienda o local comercial. Por eso, extremar las precauciones es primordial para evitar su aparición sobre todo si regentamos un negocio. Eliminar ratas no es una labor sencilla por lo que lo más aconsejable es contratar los servicios de una empresa de control de plagas. Ellos serán los encargados de estudiar la situación y establecer un protocolo de actuación a fin de erradicarla. Tanto si preferimos evitar que se metan en nuestra comunidad como si ya las tenemos dentro, existen diferentes técnicas para abordar cada situación. Se llaman labores de desratización pasiva y activa. ¿Quieres saber las diferencias entre ambas? ¿Cuál es la mejor en cada caso?
Al igual que las cucarachas, más allá del repelús y el asco que dan, las ratas son importantes vectores de enfermedades por lo que erradicarlas o evitar su aparición es fundamental.
En el mercado existen diferentes tratamientos de desratización a fin de eliminar la presencia de estos roedores. Eso sí analizar el grado de infestación es importante para saber cuál es el método más eficaz y duradero.
¿Qué una desratización?
Una empresa de control de plagas cuando habla de desratizar lo define como aquel proceso de prevenir y controlar la infestación de ratas o ratones en hogares o negocios de forma rápida y efectiva. Dependiendo del plan de acción se podrá realizar una desratización pasiva o activa.
Desratización pasiva
Cuando hablamos de una desratización pasiva se trata de aquellas medidas preventivas que tienen como fin impedir el acceso de la especie al negocio o al edificio. Esta es una medida que se suele realizar antes de que la rata o el ratón accedan a nuestras instalaciones.
Algunas de las medidas más habituales suelen ser: el sellado de todas las aberturas, la limpieza de los sótanos, no dejar comida en el suelo (hacer especial hincapié en este último aspecto cuando regentemos un local de hostelería), depositar la basura en los contenedores etc.
En resumen, con que pongamos un poco de cuidado y realicemos unas pequeñas labores de mantenimiento mantendremos a ratas y ratones lejos de nuestras instalaciones. No es un proceso 100% fiable, pero minimizan muchos riesgos.
Desratización activa
Si por desgracia para la desratización pasiva ya es demasiado tarde, solo nos queda la activa. Este sistema consiste en eliminar las ratas a través de métodos físicos, mecánicos, químicos e incluso biológicos. El objetivo es erradicar la plaga, por eso se requiere la contratación de profesionales para que identifiquen el origen del problema, el grado de infestación y establezcan el tratamiento indicado para la resolución del inconveniente.
En este tipo de situaciones solo vale la contratación de una empresa de control de plagas ya que sus técnicos han sido formados para establecer una serie de medidas que sin los conocimientos adecuados, puede resultar peligroso o ineficaz. Dentro de este ámbito encontramos sistemas como la instalación de trampas, el uso de rodenticidas, portacebos etc. Métodos cuya eficacia se ha comprobado y son muy empleados por compañías de este sector.
A pesar de que en la desratización activa es imprescindible la contratación de una empresa de desratización, también se aconseja para la pasiva. Ambos procesos son perfectamente complementarios y lo mejor es confiar en profesionales con experiencia.