Padecer una plaga de roedores puede llegar a convertirse en un grave problema si no lo tratamos a tiempo. Ratas y ratones pueden alterar nuestro día a día y más si regentamos un negocio o un local de restauración. Por eso dentro de los diferentes tratamientos existentes, las empresas de control de plagas emplean los cebos raticidas en sus labores de desratización, pero ¿Cómo funcionan realmente estos cebos? ¿Son eficaces?
Los raticidas son un producto especialmente diseñado para la eliminación de todo tipo de roedores. Es una medida eficaz siempre que sea empleado por profesionales.
De hecho, en el mercado existen diferentes formatos que se adaptan cualquier tipo de entorno por lo que lo más indicado es dejarse asesorar por personal especializado. Ellos analizarán las vías de acceso, así como el nivel de infestación, y establecerán un tratamiento con el uso del cebo indicado que sea eficiente y efectivo.
¿Cómo funciona el cebo para ratas?
El empleo de cebos anticoagulantes en las labores de desratización es un sistema utilizado desde hace tiempo. Su alta eficacia en la eliminación de ratas y ratones hace que sea un método demandado por profesionales, ya que erradican la situación con el tiempo.
Eso sí, que nadie se crea que de la noche a la mañana este escenario se solventa. Se deben tener en cuenta por dónde pasan, el agente que debe colocarse y después hacer un seguimiento de la actividad por si hay que modificarla.
De hecho, a pesar de su grado de efectividad, los roedores han presentado resistencia a algunos de los cebos por lo que su composición cada vez es más importante. El funcionamiento de estos cebos consiste en colocarlos en lugares de paso de ratas y ratones. Estas especies lo ingieren, creyendo que es alimento y tarda en hacer efecto entre 3 y 7 días que es cuando el ejemplar muere.
De esta forma, el resto de miembros no relaciona su fallecimiento con su ingesta, por lo que el tratamiento continúa siendo efectivo. Estos cebos pueden tener diferentes formatos como pasta, en grano o en bloque. Por eso, es conveniente saber cuál emplear según las condiciones que se den en esa vivienda, local comercial o comunidad de vecinos.
Por otro lado, dependiendo de la zona afectada, a veces es necesario el uso de portacebos. Su utilización es habitual en zonas públicas o cuando el tratamiento se va a hacer en exteriores ya que impiden la manipulación por parte de mascotas o niños.
Hablar de eliminación de roedores a través del uso de cebos es sencillo, otra cosa es que su efectividad sea la adecuada. Si somos nosotros los que los instalamos en vez de una empresa de control de plagas, igual no lo hacemos de forma correcta y el resultado no es el mismo.
Anteriormente hemos dicho que no solo vale con instalar el raticida, hay que analizar dónde poner el cebo y después hacer un seguimiento de la actividad, por eso lo más aconsejable es apostar por profesionales. Ellos resolverán tus dudas y analizarán el espacio a tratar con el fin no solo de erradicar la situación, sino de averiguar el origen de la plaga, por dónde ha accedido etc. La apuesta por una empresa de sanidad ambiental nos garantiza el uso correcto de los cebos y no andar dando palos de ciego como haríamos nosotros.