Ya son muchos años los que las empresas de control de plagas en Bilbao y Bizkaia llevan alertando sobre el adelanto de la plaga de oruga procesionaria. Lo que hace unos años era una situación esporádica y ocasional en estos últimos tiempos se está convirtiendo en algo habitual, según ha denunciado Anecpla.
Desde la asociación de empresas de gestión ambiental achacan al cambio climático y a las restricciones del empleo de biocidas como las principales causas del incremento de esta plaga.
Llevamos un invierno con altas temperaturas y pocas precipitaciones aspecto que, además de verse reflejado en los embalses, también se está apreciando en la aparición de este insecto. Por norma general, la presencia de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) se da desde finales de febrero hasta abril, pero ya son varios años los que se adelanta y lleva a los profesionales a realizar labores de desinsectación.
Los principales motivos de su incremento se deben al cambio climático, con inviernos más suaves y menos lluviosos, y las restricciones al uso de biocidas que deja como único tratamiento efectivo a la endoterapida.
La endoterapia es una técnica respetuosa con el medio ambiente que combate de manera efectiva a esta plaga. El hándicap reside en que es un proceso costoso que limita su actuación en grandes extensiones de árboles.
Eliminación de insectos
El principal problema de la oruga procesionaria no solo lo sufren los pinos y demás especies arbóreas. También pueden producir reacciones alérgicas, dermatitis y lesiones oculares en los seres humanos y como dicen desde Anecpla ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas.
El gran inconveniente de la oruga procesionaria es que cuando se siente amenazada lanzan pelos al aire lo que provoca irritaciones y alergias. Estos pelos, llamados tricomas, son los causantes de este tipo de reacciones que generalmente no suelen ser muy importantes, pero siempre es mejor prevenir que curar.
Donde sí se debe tener especial cuidado es con los animales domésticos sobre todo con los perros. Según la asociación de compañías de sanidad ambiental, los principales síntomas de que nuestra mascota ha estado en contacto con esta especie son la inflamación del hocico y cabeza, picores intensos en las partes afectadas y abundante salivación. Si desafortunadamente llegan a ingerirlos, el problema se agrava sustancialmente llegando a, en los casos más graves, ocasionar su muerte.
Con el objetivo de evitar este tipo de situaciones, Anecpla y las empresas de control de plagas en Bilbao y Bizkaia recomiendan normalizar los tratamientos de control y prevención de esta especie. De hecho, hacen un llamamiento a confiar en técnicos cualificados con el objetivo de realizar unas labores de desinsectación eficaces y que tenga en cuenta aspectos tan importantes como el ciclo biológico en el que se encuentre la plaga, las condiciones ambientales, el nivel de infestación etc.