Las ratas son un enemigo común en muchas ciudades. Son conocidos los casos de Nueva York, París…, pero no hay que irse muy lejos para saber que estas grandes urbes no son las únicas que tienen problemas con los roedores. En Bilbao se estima que la población de ratas se ha multiplicado por cuatro en la última década. A pesar del esfuerzo del Ayuntamiento, en el ámbito público y las empresas de control de plagas, en el privado, con sus labores de desratización, la situación ha empeorado en los últimos años.
Mientras que en 2015 el Consistorio bilbaíno recibió 120 avisos sobre la presencia de esta especie, el año pasado se denunciaron 414 avistamientos.
Aunque es un dato muy difícil de cuantificar, según una información publicada por El Correo, la administración local hace estimaciones, teniendo en cuenta el consumo de cebo y las denuncias por parte de los vecinos. De hecho, los últimos datos municipales, recabados en 2009, calculaban el número de ratas en 400.000. Si debemos multiplicar por cuatro, estaríamos hablando de 1,6 millones de ejemplares este tipo de roedor. ¿Cuáles son las causas de este dato tan negativo? ¿Realmente Bilbao tiene un verdadero problema con las plagas de ratas?
Motivos por los que las plagas de ratas aumentan
Según diferentes expertos, el incremento de la población de ratas en la capital de Bizkaia puede deberse a diferentes factores. El primero de ellos tendría que ver con el calentamiento global. Cada vez tenemos inviernos más cálidos y con precipitaciones, la ausencia de frío reduce la mortalidad y si a eso sumamos que llueve más que en verano, este animal encuentra las condiciones perfectas para reproducirse.
Además, la disponibilidad de alimento ha aumentado. Según el diario, Bilbao se ha convertido en una localidad donde se celebran grandes eventos al aire libre, y eso genera gran cantidad de desperdicios que son alimento para ellas.
Tampoco debemos olvidar la intervención humana en todo lo referente a obras y reformas. Esta actividad las obliga a buscar nuevos hábitats, haciéndolas más visibles. Asimismo la falta de labores de mantenimiento en solares privados es otro hándicap que hay que añadir.
Por otro lado, se ha demostrado que las ratas cada vez son más resistentes a los raticidas. Su constante uso y una legislación muy estricta han dado lugar a lo que se conocen como superratas. Roedores con mutaciones genéticas que tienen resistencia a este tipo de productos. De momento, investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) han identificado esta “especie” en 12 comunidades autónomas.
Por último, no podemos olvidar la pandemia sufrida hace unos años. El confinamiento hizo que este roedor se expandiera en busca de comida, ganando un terreno que ahora es difícil de controlar.
En resumen, la presencia de ratas es habitual en las grandes urbes, por eso las medidas de prevención cada vez tienen mayor importancia. Los ayuntamientos se centran en las zonas públicas, mientas que comunidades, locales comerciales etc., deben contar con profesionales. Las empresas de control de plagas realizan unas labores de prevención y desratización para evitar y erradicar a este tipo de especie por lo que contratar sus servicios es algo recomendable.