El calentamiento global más allá de padecer fenómenos meteorológicos extremos como lluvias torrenciales, olas de calor etc., también tiene su incidencia en la transmisión de enfermedades. Según un estudio publicado por la revista Lancet Countdown, enfermedades tropicales, como el virus zika o el dengue, pueden aumentar en Europa los próximos años debido a la presencia de mosquitos y bacterias que los transmiten.
La subida de las temperaturas hace que especies como el mosquito tigre o el mosquito de dengue puedan convivir a nuestro alrededor, cuando hace unos años era impensable.
Las empresas de control de plagas en Bilbao y del resto del territorio peninsular ya están alerta sobre este aspecto y hacen un llamamiento a las instituciones públicas para que tomen cartas en el asunto. Ya sea con medidas de prevención o desinsectación se deben establecer las herramientas adecuadas con el fin de evitar el incremento de enfermedades como el dengue, el chikunguña o el zika.
Incremento de la presencia del mosquitos tigre
El informe, firmado por 93 científicos, llama a actuar ante este asunto y a poner los remedios necesarios para paliar esta situación. Hasta hace unos años, las condiciones climáticas europeas hacían inviable que especies como el mosquito tigre o el de mosquito del dengue crucen hasta nuestro territorio. Ahora, tras la subida de los termómetros, se han adaptado perfectamente a nuestros hábitats. De hecho, según refleja el informe, actualmente hay un 7% más de mosquito tigre (Aedes albopictus) y un 13% más de mosquitos del dengue (Aedes aegypti).
Además para agravar la situación, el informe también hace referencia a que la malaria podría extenderse a lugares donde hasta ahora no se daban las condiciones para ello. Según las estadísticas, el número de días donde las situaciones son ideales para transmitir esta enfermedad se han incrementado un 39% en las últimas décadas.
Junto a la plaga de insectos que transmiten este tipo de enfermedades, el calentamiento global también está haciendo que el Viejo Continente sea más prolífico a la aparición de bacterias que causan gastroenteritis, infecciones graves de heridas o sepsis.
Aspectos como los indicados anteriormente, no solo hacen más difícil los trabajos de las empresas de control de plagas. También tienen su repercusión en la salud pública en países con pocos recursos donde las labores de prevención, así como los recursos sanitarios son limitados. De los 91 países analizados, solo el 52% tenían un plan adecuado para hacer frente a este tipo de inconvenientes, el resto tienen que destinar los medios necesarios para llegar a estos baremos de atención.
Estudios como estos dejan bien a las claras que frenar la crisis climática debe ser una de las prioridades de los gobiernos, no solo para impedir el calentamiento global sino que evitar la transmisión de enfermedades. Aspectos como estos deben verse reflejados en la cumbre del clima de Glasgow que tendrá lugar del 31 de octubre al 12 de noviembre. Para muchos, esta conferencia es la última oportunidad de frenar la crisis climática en la que estamos sumergidos.