Los problemas causados por las palomas en el mobiliario urbano y el aumento de las quejas vecinales han hecho actuar al Ayuntamiento de Zaragoza. El consistorio va a aumentar sus esfuerzos para controlar la plaga de palomas, gracias a las labores de una empresa especializada. Junto a esta tarea también se potenciará los trabajos de desratización y desinsectación incrementando el presupuesto destinado a ello.
El gobierno municipal calcula que hay más de 13.000 ejemplares y su intención es dejar la población en unos 4.000-5.000.
Aunque no se considera una especie invasora, la administración local cree que hay una superpoblación en el municipio y quiere ponerle remedio. Este gran número de aves se debe mayoritariamente a la sobrealimentación que reciben y a la ausencia de depredadores naturales que les permite reproducirse sin control. Lugares como la Expo, la plaza San Francisco, la plaza Santo Domingo o Casetas son las zonas donde más actuaciones se han llevado a cabo.
Para realizar un control de aves, el equipo liderado por Jorge Azcón ha contratado a una empresa de control de plagas que emplea dos métodos distintos. Por un lado, se usan grandes redes que se lanzan sobre el grupo de palomas que están comiendo el cebo puesto y por otro, en lugares de difícil acceso se utilizan jaulas.
Control de plagas en Zaragoza
Sin embargo, el problema no solo se centra en el control de las palomas. La presencia de ratas y/o cucarachas también son dos hándicaps que padece la capital de Aragón. En concreto, el año pasado se recibieron 1.537 solicitudes de actuación, la mayoría en el Casco Histórico, por la presencia de estas especies debido a la suciedad acumulada.
Para paliar este inconveniente, el ayuntamiento va a sacar tres concursos públicos: uno para el control de plagas, otro para las palomas y un último para los chinches en las viviendas municipales. Entre los tres se destinará un importe que rondará los 300.000 euros al año, cuadruplicando lo que se venía destinando hasta ahora.
Con este cambio, el Consistorio quiere dar un giro radical a las labores que se estaban realizando. Hasta ahora el trabajo de control de plagas solo se limitaba a atender las denuncias vecinales que alertan de la presencia de roedores o insectos. Ahora, el objetivo será efectuar unas labores de prevención con el fin de que esas especies no aparezcan.
Además, desde el área de Salud Pública también buscan la colaboración ciudadana e insisten en no dar de comer a estos animales. Proveer de alimento a gatos, palomas o patos es sinónimo de llamada para otras especies, por lo que evitar estos hábitos es el primer paso para contener este tipo de inconveniente.
Una vez más, los Ayuntamientos de las ciudades tienen que echar mano de empresas de control de plagas para paliar este tipo de dificultades. Unas tareas de prevención, junto con la colaboración de los vecinos son los primeros pasos a dar para evitar la proliferación de estas especies. Para problemas más graves, los profesionales disponen de tratamientos efectivos para eliminar ratas, cucarachas etc. de la manera más sostenible.