Las plagas de langosta, unas de las plagas que mayor efecto causan sobre la hambruna en África, tendrán en los satélites un nuevo enemigo.
Mediante las imágenes obtenidas desde los satélites y con un complejo algoritmo, se podrá predecir la aparición de esta plaga.
Las langostas en cuestión son una especie de saltamontes que varían en aspecto y comportamiento cuando se dan unas circunstancias ambientales concretas.
La especie que normalmente es inofensiva, llega a reproducirse rápidamente cuando tras un periodo de sequía vuelven las lluvias y la vegetación. Pasan de un color verde o amarillento a un color marrón, de ser saltadoras a voladoras, y de tener un comportamiento individual a un comportamiento gregario.
Es en ese momento cuando llegan a formar grandes nubes de insectos con un hambre insaciable, moviéndose de manera agrupada y arrasando con las cosechas que encuentran a su paso. Una nube de langostas de 1 kilómetro cuadrado es capaz de arrasar en un solo día cosechas que alimentarían a más de 50.000 personas.
Entre 2003 y 2005, África Occidental sufrió una plaga de estos insectos, causando pérdidas de hasta el 100% del cereal, el 90% de las verduras y el 855 de los pastos. Se invirtieron cerca de 600 millones de dólares para controlar la plaga.
La tecnología satelital se utiliza ahora para predecir la formación de las plagas de langosta, conociendo las condiciones desencadenantes. Tras observar la humedad del suelo y la vegetación, es posible anticiparse hasta 70 días antes de la formación de la plaga. Ello permite actuar rápidamente realizando acciones de control de la plaga más efectivas y menos costosas, no dejando que lleguen a formarse las grandes nubes ni las graves pérdidas alimentarias.