La Asociación de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) recomienda constantemente contar con una empresa profesional para el control de todo tipo de plagas. Tratar de eliminar insectos de forma casera puede acarrear serios riesgos para la salud, además de contribuir a la extensión de la plaga.
Hace unos días pudimos leer una noticia que se citaba en el blog de Anecpla según la cual el pasado mes un estadounidense sufrió quemaduras de primer y segundo grado al encenderse un cigarrillo dentro de un coche de alquiler, donde previamente había aplicado alcohol como un intento de eliminar las chinches que al parecer se encontraban dentro del vehículo. Resulta cómico, pero son muchas las historias de esta índole que no transcienden y tienen consecuencias desastrosas.
Saliendo de la anécdota de la noticia, los mayores problemas en la eliminación de insectos de manera casera pueden desencadenar envenenamientos al manipular productos tóxicos, y sobre todo colaborar a la extensión de la plaga haciéndola incontrolable.
Ese es el caso de las chinches de la cama, insecto muy difícil de eliminar, y que se extiende en los últimos años con gran facilidad. Cuando intentamos eliminarlas de forma casera, lo más probable sin lugar a duda será que consigamos que el insecto salga corriendo extendiéndose por otros elementos del hogar, entre los muebles y tapizados, por los cables de corriente eléctrica, o a otras camas de tu casa o la de tu vecino.
Es por ello que la Asociación de Empresas de Control de Plagas insiste continuamente en acudir a empresas especializadas en la eliminación de chinches, debido a la dificultad de su eliminación, y al crecimiento que experimenta esta plaga en los últimos años. Así se ha observado que la presencia de chinches no está relacionada con la pobreza o la suciedad y actualmente podemos encontrarlas en hoteles de lujo, albergues, pensiones, hospitales, residencias, transporte público y quizás en nuestra propia cama.
Las chinches de la cama se han convertido en una de las plagas más extendidas en la Península Ibérica, y a nivel global, convirtiéndose en un problema sanitario y social tanto en Europa, como en EEUU y otros países desarrollados.
Las empresas de control de plagas cuentan con métodos eficaces para la eliminación de las chinches, aunque sigue siendo necesaria la aplicación por parte de un experto ya que un pequeño fallo, o un solo chinche residual puede echar por tierra todo el trabajo de exterminio realizado. A los métodos tradicionales de fumigación de insecticidas químicos se unen otras alternativas como tratamientos térmicos por calor seco, calor húmedo, tratamiento térmico por frío y dióxido de carbono, polvos desecantes que deshidratan a las chinches, etc.