Llega septiembre, se acaba el verano y por consiguiente las vacaciones. Esta época es momento de la vuelta al cole, al trabajo y a la rutina, pero cuando estás superando la depresión postvacacional encontramos que tenemos chinches en casa. ¿De dónde vienen? ¿Cómo han llegado? Desgraciadamente las plagas de chiches han aumentado un 20% en los últimos años, según Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), por lo que su presencia es más habitual de lo que parece.
En un principio este tipo de plaga se consideraba erradicada hace más de 50 años, pero el trasiego de turistas y el desplazamiento entre países hacen que este insecto esté de actualidad.
Cuando llegan los meses de calor, las empresas de control de plagas detectan un gran incremento de los servicios relacionados con la fumigación de chinches. Hace tiempo se relacionaba la presencia de este inconveniente con los hoteles, pero actualmente son los apartamentos turísticos quienes sufren este problema en mayor medida. Según Anecpla, esto se debe a que los complejos hoteleros cuentan con unas medidas de prevención para evitar la aparición de este tipo de plaga, aspecto que no sucede con los apartamentos.
Por eso, desde la asociación llaman a estos alojamientos a que contraten los servicios de profesionales con el fin de impedir la aparición de esta especie y ofrecer un servicio sobresaliente a sus huéspedes.
Qué hacer para evitar chinches
Como hemos dicho anteriormente, unas tareas de prevención es lo más recomendable para evitar la presencia de chinches de cama en nuestro domicilio. Pero a continuación, vamos a dar una serie de consejos para evitar posibles disgustos, tanto en el alojamiento contratado como al llegar a casa de nuestras vacaciones.
- Una vez en la habitación o en el apartamento, revisar sábanas, almohadas y colchones.
- Es aconsejable no depositar el equipaje encima de las camas.
- Si has sufrido alguna picadura mientras duermes, comprobar si hay manchas de sangre en las sábanas.
- Una vez en casa, si sospechamos de su presencia, dejar el equipaje fuera de las habitaciones.
- Lavar las prendas usadas y no utilizadas a una temperatura de 60 grados.
- No utilizar insecticidas domésticos. Ayudan a extender la plaga.
- Acudir a profesionales.
Por norma general, la picadura de las chinches no deriva más allá de una reacción alérgica en la zona, aunque en algunas ocasiones puede llegar a agravarse. El verdadero problema reside en la eliminación de la plaga, ya que es más difícil de lo que pueda parecer. Por eso, es imprescindible acudir a empresas de control de plagas. Ellas emplean las técnicas necesarias para asegurar la erradicación del problema y evitar un inconveniente que en los últimos años ha aumentado exponencialmente.