El brote de Legionella sucedido en un lavadero de coches de Sevilla hace unas semanas ha puesto en guardia a todas las empresas de desinfección. La falta de unas medidas de prevención y mantenimiento de las instalaciones, con el fin de evitar la aparición de esta bacteria, pueden ser un verdadero inconveniente y crear problemas para la salud de las personas.
Según Anecpla, septiembre y octubre son los meses del año donde más riesgo hay para su proliferación. Por eso, llama a los responsables de las instalaciones a que realicen las tareas de revisión y mantenimiento con la mayor celeridad.
El incremento de la legionella en este periodo se debe mayormente a que las torres de refrigeración se desconectan por la bajada de las temperaturas. El problema surge cuando vuelven a subir los termómetros y estás instalaciones se ponen en funcionamiento sin ningún tipo de revisión o control. Aspectos como estos están haciendo que la incidencia suba estos últimos años sobre todo en centros hosteleros y hospitales.
Desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental hacen hincapié en el correcto mantenimiento de los equipos de climatización sin importar el tamaño y periodo del año en el que estemos. Ya sea en torres de refrigeración, instalaciones de agua caliente sanitaria, spas etc. los trabajos de control y limpieza se antojan imprescindibles por parte de empresas de desinfección autorizadas.
¿Qué es la Legionella?
La Legionella es una bacteria que se encuentra en el agua estancada, habiendo 48 especies dentro de este género. Algunas de ellas pueden infectar a los seres humanos siendo la Legionella pneumóphila la que produce la legionelosis una de las más peligrosas. La legionelosis es una enfermedad que nos afecta como una neumonía con fiebre alta y que en los casos más graves puede provocar severas consecuencias sobre todo en personas mayores, con un sistema inmunológico débil o fumadores.
El problema de esta bacteria reside en que en zonas estancadas con nutrientes y altas temperaturas es el caldo de cultivo perfecto para su proliferación, provocando su incremento hasta cifras que puede resultar dañinas para el ser humano. De hecho, en estos últimos años la presencia de la legionelosis está subiendo en Europa. Según Anecpla, en el viejo continente “se registraron un total de 11.343 casos en 2018, lo que supone un 57% más que en el año 2007”. En lo referente al territorio peninsular, el Instituto Carlos III contabilizó 1.631 casos en 2018, 1.493 de 2017 y 1.020 de 2016, aumentando los casos año tras año.
Cómo prevenir la legionelosis
Con el fin de evitar su aparición, Anecpla, como representante de las empresas de desinfección, llama a establecer una serie de controles con el fin de impedir la propagación de esta bacteria. Simplemente con estas simples medidas nos aseguraremos de su control:
- Evitar zonas donde se estanque el agua y haya acumulación de sustratos, además de altas temperaturas (25-45 grados).
- Antes, durante y después de la puesta en marcha de una instalación se deben realizar las pertinentes tareas de limpieza y desinfección.
- Cumplir con lo especificado en la normativa existente.
- Confiar en profesionales autorizados.
Siguiendo estas sencillas cuatro pautas, el mantenimiento para impedir la legionella estará más que garantizado. Eso sí, el riesgo cero nunca existe, por eso junto con la labores de prevención unos trabajos de control garantizan que las instalaciones están libres de esta bacteria y las graves consecuencias que conlleva.