Cuando en verano del 2020 estamos inmiscuidos en plena pandemia, con la gente disfrutando de los días de vacaciones como podía, una noticia abrió durante varios días los informativos. El virus del Nilo Occidental acaparaba las portadas de periódicos y telediarios. Ahora, un año después, no hemos vuelto a saber nada sobre este aspecto, gracias a las labores de prevención realizadas por empresas de control de plagas junto con las instituciones públicas.
Esta herramienta es la mejor arma para impedir la propagación de insectos, roedores etc. y evitar que estos vectores transmitan enfermedades que pueden tener graves consecuencias.
Según la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), en 2020 el virus de Nilo, transmitido por los mosquitos Culex (género pipiens y perexiguus), afectó a 77 personas (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y 6 en Badajoz), de las cuales lamentablemente hubo ocho fallecidos. Este año los resultados han sido totalmente diferentes con cinco casos confirmados y un solo muerto.
Este descenso de los contagios se debe mayoritariamente a la colaboración entre las compañías de sanidad ambiental y la Consejería de Salud y Familias de Junta de Andalucía. Ambas figuras elaboraron un Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental con el objetivo de extremar las medidas y eliminar insectos en zonas de influencia.
La prevención el mejor remedio para evitar las plagas de insectos
La combinación entre la formación y experiencia de los técnicos en control de plagas y las instituciones pertinentes ha resultado indispensable para erradicar este riesgo real y patente para las personas.
El director general de ANECPLA, Jorge Galván Rodríguez hace un llamamiento a que no se baje la guardia y se continúe apostando por este tipo de medidas. A pesar de estos buenos resultados y que la época del año en la que estamos parece propicia a la no presencia de este tipo de insectos, nada más lejos de la realidad. Estas labores de prevención se deben realizar desde abril a noviembre, siendo los periodos de más riesgo durante el verano y a comienzos del otoño. De todas maneras habrá que esperar a final de temporada para analizar pormenorizadamente los resultados.
La enfermedad del virus del Nilo Occidental no es un mal que se transmita entre personas. Solo se transfiere por la picadura del mosquito por lo que cada particular puede poner su granito de arena e impedir su transmisión. Simplemente evitando el agua acumulada en macetas o instalando mosquiteras en puertas y ventanas, no seremos víctimas, casi la total seguridad, de esta especie de insecto.
Por suerte, las empresas de control de plagas en Bilbao y Bizkaia vemos muy lejos este tipo de inconveniente aunque nunca se puede bajar la guardia. Como han hecho en Andalucía, la coordinación entre profesionales y autoridades es la mejor herramienta para evitar este tipo de situaciones y mantener a la población a salvo de estos imprevistos.