La inteligencia artificial en el control de plagas

Desde hace unos meses la inteligencia artificial ha empezado a cambiar nuestras vidas. Ya sea para bien o para mal, se trata de una tecnología muy beneficiosa para aplicarla en multitud de aspectos hasta en el sector de la sanidad ambiental. Cada vez más empresas de control de plagas y relacionadas con este sector creen que la inteligencia artificial será una herramienta idónea en sus trabajos de desratización o desinsectación.

La legislación es muy restrictiva en cuanto al uso de productos químicos, y esto está haciendo que muchos profesionales apuesten por esta tecnología para combatir ratas, cucarachas etc.

Hoy en día muchas compañías confían en el uso de biocidas con uno de los sistemas de control de plagas. Su eficacia y el alto rendimiento que muestran, lo convierten en la herramienta idónea para eliminar roedores e insectos. De todas formas con el objetivo de paliar su uso o como complemento perfecto el uso de las nuevas tecnologías no hace más que acentuar su resultado. De hecho, diversos expertos han establecido una serie de factores donde el control de plagas puede ser más efectivo y eficiente gracias a la inteligencia artificial.

Inteligencia artificial en el control de plagas

El uso de IA abre un amplio campo de posibilidades a las empresas de control de plagas. Con los datos proporcionados se pueden tomar medidas proactivas para prevenirlas, algo que para los profesionales resulta fundamental y sería de gran ayuda.

Por ejemplo, la primera ventaja que se podría predecir es cuándo y dónde se va a producir una infestación. La inteligencia artificial puede analizar datos históricos, el comportamiento de las especies y las condiciones climáticas para pronosticarlas. Esto sería de gran ayuda ya que los técnicos sabrían cuando hay que actuar o cuando se deben incrementar las labores de previsión.

A su vez, también se podría identificar la plaga con mayor celeridad y actuar en consecuencia. La IA es capaz de detectarla aunque se encuentre en estado de larva. De esta forma se podrá establecer una estrategia con anterioridad e implantar el tratamiento más adecuado.

El uso de este tipo de tecnología no solo se basa en medidas preventivas, también podemos combatir la plaga de una manera mucho más concisa y exhaustiva. Por ejemplo: se podrá monitorear su actividad. En algunas ocasiones es difícil realizar inspecciones técnicas porque son lugares pequeños o de difícil acceso. Con la inteligencia artificial se podrá efectuar un monitoreo en remoto con las ventajas que ello conlleva.

Tampoco podemos olvidar que se proporcionará información en tiempo real sobre la actividad de ratas o cucarachas. Esto posibilitará reaccionar ante cambios de actividad, agilizando y abreviando el control de las infestaciones. Por último, la IA podrá analizar una amplia cantidad de datos para luego identificar los tratamientos más eficaces para cada plaga en particular. Esto facilitaría los procesos y reduciría el uso de productos químicos que en algunas ocasiones resultan indispensables.

El uso de la inteligencia artificial por parte de las empresas de control de plagas puede ser una poderosa arma. El correcto empleo de esta tecnología aporta beneficios en muchos ámbitos y en el de la sanidad ambiental no podría ser menos. Poco a poco se van viendo este tipo de avances en algunos procesos, pero hasta que sea algo habitual, los profesionales deberán seguir confiando en los tratamientos actuales.