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Foto: Bill Gates. Crédito: Dave Thompson (Getty Images).

La noticia sobre la gran inversión de Bill Gates en un proyecto para eliminar a los mosquitos transmisores de enfermedades, reabre la polémica sobre la modificación genética para el control de plagas.

Se ha sabido que la Fundación Bill y Melinda Gates duplicará su inversión en  investigación de la tecnología de edición genética necesaria para eliminar estos mosquitos transmisores de numerosas enfermedades. Empujado por la alarma mundial desatada por el virus Zika, y sumado a los datos que sitúan al mosquito como el insecto causante de más muertes en el mundo, Bill Gates pretende dar con una solución radical. La tecnología llamada genes dirigidos consigue transmitir características como la esterilidad en poblaciones silvestres. El objetivo inicial trata de esterilizar al mosquito causante de la malaria, el denge o el virus Zika. Se trata de un proyecto dependiente del Colegio Imperial de Londres financiado por la fundación de Bill Gates. La inversión aportada por Gates era hasta ahora de 36 millones de euros, y se vería incrementada en 31 millones más.

Los genes dirigidos pueden propagar instrucciones para la esterilidad u otro tipo de instrucciones como que sólo nazcan ejemplares machos. Los conservacionistas rechazan este método ya que se desconocerían las consecuencias de liberar estas especies modificadas al entorno natural. Aunque el Colegio Imperial de Londres habla de obtener resultados en unos 10 años, Bill Gates ha dejado caer comentarios que situarían la disponibilidad de este método dentro de sólo 2 años.

Sin embargo en el último congreso mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en Hawaii, la organización Island Conservation también sugirió la utilización de esta técnica para eliminar ratones invasores de su ecosistema. Al parecer estas plagas de ratones estarían atacando a la fauna autóctona de las islas, devorando pájaros y lagartos. La propuesta de la organización sin ánimo de lucro es la de modificar la genética de estos ratones para que sólo produzcan machos y por tanto acaben extinguiéndose. La organización que ya anteriormente había eliminado plagas de ratas en las islas mediante el método de eliminación por cebos rodenticidas, añade que este método resulta demasiado caro.

En conclusión, la solución de genes dirigidos podría dañar la biodiversidad eliminando algunas especies y afectando colateralmente a otras. O según cómo lo ven otros, podría ayudar a evitar que desaparezcan otras especies al borde de la extinción que están siendo atacadas por plagas de especies objetivo de de la nueva tecnología.