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El parlamento británico elevará su presupuesto para empresas de control de plagas tras prohibir a los diputados llevar sus gatos para hacer frente a una creciente plaga de ratones.

Aunque resulte increíble,  el Palacio de Westminster sufre tal plaga de ratones que sus diputados habían empezado a llevar sus propios gatos para estar a salvo de la plaga de roedores.

Algo que no nos podríamos ni imaginar en el Ayuntamiento de Bilbao, sucede en una de las sociedades más emblemáticas del mundo desarrollado.

La situación resultaba tan esperpéntica que han tenido que prohibir la presencia de gatos, limitando a los perros de seguridad y asistencia como los únicos animales permitidos en el parlamento.

Al mismo tiempo para atajar el problema, se ha ampliado en 30.000 libras anuales el presupuesto dedicado a los tratamientos convencionales  de desratización aplicados por empresas de control de plagas.

Probablemente los diputados optaron por esta solución no sólo por la plaga de ratones existentes sino también imitando la práctica llevada a cabo por Theresa May que sigue una tradición histórica. La residencia oficial de su primera ministra cuenta con la presencia de su conocido gato Larry, quien se encarga del control de plagas de roedores en Dowing Street.  El gato Larry cuenta con el título de Chief Mouser que se le da al gato oficial de de Downing Street, siendo el cuarto gato que recibe este título por su eficiencia en el control de plagas de roedores.

Los gatos no sólo son capaces de atrapar a ratones y ratas, sino que además consiguen auyentarlos. Sin embargo, según un reciente estudio, cuando los ratones se crían en un hogar donde habitan gatos se vuelven menos temerosos a vivir cerca de ellos. Su instinto de huída disminuye resultando más fáciles de ser cazados por los felinos. Esta modificación en la conducta de los ratones vendría causada por unas sustancias químicas de la orina de los gatos que les hace en cierto modo más tolerantes el resto de sus vidas. Según los científicos podría tratarse de un recurso de natural de los gatos para asegurarse el alimento cerca de su residencia.