Realizar un correcto control de plagas es esencial para que insectos y roedores no aparezcan en nuestro hogar, empresa o local comercial. Sin embargo, en algunas ocasiones cometemos errores que no impiden que entren. Por eso conocer los fallos más comunes a la hora de realizar un control de plagas, nos servirá para tenerlo en cuenta y saber cómo actuar ante la presencia de cucarachas, ratas, termitas etc.
Con un buen análisis de la situación, una estrategia adecuada y unas labores preventivas no deberemos tener problemas para mantener alejadas de nuestras instalaciones a este tipo de especies.
De todas maneras, hacer unas buenas labores de desratización y desinsectación va más allá del empleo de productos químicos sin ningún control. De hecho, una buena gestión de plagas radica en impedir este aspecto, por eso la figura de técnicos expertos resulta fundamental para saber cómo actuar. Se trata de evitar la presencia de insectos y roedores con herramientas que protejan el medioambiente y a nosotros mismos.
4 fallos comunes en el control de plagas
No consultar a profesionales
El primer error y el más común es no pedir ayuda a empresas de control de plagas. Creemos que podemos controlarlo por nuestros propios medios y cuando nos damos cuenta el problema es bastante grave. Además en este tipo de escenarios, el error suele ser más costoso y frustrante para nosotros.
No darle importancia
El desconocimiento en este ámbito nos lleva a no dar importancia cuando vemos una cucaracha, un ratón o una hormiga en nuestra despensa o cocina; error. Ante el más mínimo avistamiento, se debe poner cartas en el asunto. Las plagas se reproducen rápidamente por lo que, lo que hoy es una simple anécdota, mañana puede ser una infestación grave.
No especificar correctamente el tipo de plaga
Antes de establecer unas labores de gestión, se debe analizar el tipo de plaga, su grado de infestación etc. Una persona no cualificada emplea métodos que no sabe si son los idóneos o no. Sin embargo, un profesional aplicará herramientas de monitoreo y control de plagas para establecer cuál es el tratamiento idóneo para poner fin a esta situación.
No hacer labores de prevención
El control de plagas no solo se basa en monitorear e implantar una labor de desinsectación o desratización. Se debe actuar cuando todavía no hay señales con unas labores de prevención. Estas tareas van más allá de mantener limpias nuestras instalaciones o sellar los lugares por donde puedan entrar cucarachas y ratas. Una gestión de plagas conlleva unas intervenciones activas que pueden incluir desinsectaciones programadas u otro tipo de labores para garantizar el correcto estado de las instalaciones.
Mantener una vivienda libre de insectos y roedores es una labor sencilla. Otra cosa es cuando hablamos de locales de restauración, supermercados, negocios de la industria alimentaria etc. Estos lugares son el foco de llamada perfecto por sus características, por eso en este tipo de situación la apuesta por empresas de sanidad ambiental es lo más adecuado. Con su contratación no solo evitarán cometer estos errores, sino que establecerán una estrategia para evitar la entrada de estas especies. Si tienes un negocio hostelero y todavía no has contratado a expertos, no dudes en ponerte en contacto con ellos. Escucharán tus necesidades y sabrán adaptar una estrategia para que tu local esté libre de este problema.