Aunque todavía en Bilbao y Bizkaia no ha hecho acto de presencia, empresas de control de plagas de otras ciudades de la península han detectado una nueva plaga urbana en esta especie de cucaracha. Se trata de la cucaracha Supella Longipalpa o “cucaracha marrón con bandas”, una pequeña cucaracha muy extendida en Estados Unidos, y que recientemente también se ha localizado en grandes colonias en Bretaña e Irlanda.
Su aspecto, como su propio nombre indica, viene claramente marcado por su color marrón y dos bandas que atraviesan su abdomen. El macho cuenta con alas a lo largo del abdomen al contrario que la hembra que las tiene atrofiadas de pequeño tamaño.
Ahora, varias empresas de control de plagas también han detectado su presencia en Madrid y Barcelona, sumando su presencia entre otras cucarachas que forman parte de las plagas urbanas como la cucaracha negra, la alemana y la americana.
La cucaracha marrón con bandas es una cucaracha bastante pequeña (entre 10 y 14 mm), que necesita menos humedad que la cucaracha alemana. Por ello representa unas capacidades de adaptación superiores que la alemana para vivir en nuestros hogares. Así como la cucaracha alemana, también llamada cucaracha del café, es típica de bares y restaurantes, la cucaracha de bandas marrones es más proclive a habitar los hogares. Suelen preferir lugares altos de las casas como armarios superiores en cocinas y baños.
Al igual que todos los tipos de cucarachas, son capaces de alimentarse de prácticamente cualquier producto orgánico, incluyendo materia en descomposición. También se alimentan de fluidos corporales, por lo que han llegado a suponer un problema en algunos hospitales, ya que podrían aumentar el número de infecciones.
Esta cucaracha ha de ser controlada al igual que el resto de especies por su capacidad para difundir bacterias y parásitos. Se han identificado al menos 33 tipos de bacterias, seis tipos de gusanos parásitos y otros al menos siete clases de patógenos humanos que puede transmitir esta cucaracha.
Al igual que otras especies de cucarachas, la forma más habitual de transmisión de enfermedades es a través de sus patas y cuerpo, tras pasar por nuestros alimentos después de haber estado en contacto con materias en descomposición.