Un equipo de investigadores ha descubierto una nueva proteína que abre las puertas a nuevos productos más ecológicos para el control de plagas de insectos y ácaros.
Un equipo de las universidades Politécnica y Complutense de Madrid ha descubierto que una proteína llamada anisoplina, producida por el hongo Metarhizium Anisoplae, es altamente eficaz contra células y larvas de insecto. El hongo ya era conocido como entomopatógeno, siendo capaz de infectar y matar insectos. De hecho desde hace más de 100 años ya se utiliza para el control de plagas, e incluso más recientemente en algunas formulaciones para controlar termitas. También se había empezado a utilizar para el control del ácaro de las abejas y de uno de los mosquitos responsables de la transmisión de la malaria.
Ahora, el descubrimiento de esta proteína explica la acción insecticida del hongo, y abre las puertas a nuevos desarrollos de herramientas sostenibles para el control de plagas. El sector de empresas de control de plagas cuenta con medidas cada vez más restrictivas a la hora de utilización de productos biocidas. La preservación y respeto del medioambiente limita un gran número de productos que se han estado utilizando años atrás y por ello la inversión en investigación de nuevos productos más ecológicos. El descubrimiento de esta proteína ha sido posible graias a la colaboración entre el grupo “Manejo Integrado de Plagas” de la Universidad Politécnica y el grupo Proteínas Tóxicas del a Universidad Complutense.
Se cree que la utilización de la proteína en nuevas estrategias moleculares puede ayudar tanto al control de plagas agrícolas de manera sostenible, como a prevención de enfermedades como la malaria.