El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao presentó el pasado mes de diciembre los resultados del programa CES. Un sistema de captura, esterilización y suelta de felinos, con el fin de realizar un control de plagas de gatos en Bilbao. Según datos facilitados por la concejala Yolanda Díez, el número de animales se ha visto reducido en este último año y además “están más sanos”.
265 gatos han sido capturados, esterilizados y devueltos a su origen, a través de este programa en los dos últimos años (182 en 2018 y 83 en 2017).
En concreto, los distritos con mayor número de gatos tratados han sido Basurto-Zorroza, con 77 y 8 colonias detectadas; Rekalde, con 73 y 6 colonias asentadas; y Otxarkoaga-Txurdinaga, con 56 y 10 colonias localizadas.
A través de este programa, el consistorio bilbaíno ha podido censar y realizar campañas de control de gatos, con el fin de que ocasionen las menores molestias posibles a los vecinos. De hecho, desde el Área de Salud y Consumo aseguran que el programa está siendo un éxito, ya que el número de camadas recogidas y atendidas tanto por el ayuntamiento como por asociaciones de animales ha disminuido. Esta exhaustiva inspección de gatos repercute en la comodidad de los vecinos y en la salud de los animales.
Este programa no sería posible sin la colaboración de los 32 cuidadores-alimentadores que ayudan a la concejalía en el análisis y control de los felinos. En concreto, estos voluntarios se encargan de alimentar a los animales siguiendo un estricto protocolo para evitar generar otros problemas como la aparición de cucarachas.
Concretamente, los cuidadores deben ser tres personas por cada colonia y se tienen que encargar de proporcionar alimentos secos y de retirarlos tras el paso de media hora. Por su parte, el ayuntamiento se encarga de los gastos derivados de la esterilización y los tratamientos veterinarios, que se desarrollan en diversas clínicas de Bilbao.
Por último, la concejala quiso remarcar el rotundo éxito de este programa, ya que han mejorado la vida de los gatos, los lugares donde viven tiene mejores condiciones higiénicas y los ruidos generados por los gatos disminuyen, por lo que las molestias a los vecinos son menores.