La plaga de la avispa asiática, que se detectó en 2004 en Burdeos, ha llegado con fuerza a Bizkaia siendo necesario el control de la plaga para evitar serias consecuencias medioambientales. Desde su primera aparición la avispa asiática ha ido extendiéndose rápidamente, estando presente en Gipuzkoa desde hace algunos años. Ahora, debido a las altas temperaturas y a pesar de los esfuerzos de las instituciones de las provincias cercanas en el control de la plaga, se ha establecido en Bizkaia haciendo peligrar no sólo los enjambres de abejas de los apicultores de la zona sino también el propio ecosistema.
La avispa asiática o Vespa Velutina con franjas anaranjadas, es más grande que la avispa común y es depredadora natural de las abejas de las que se alimenta en una gran proporción de su dieta que completa con otros insectos y jugo de frutos. Aunque mayormente se establece en árboles, también es capaz de establecer sus nidos en ciertos recovecos de edificios y puede ser vista en el medio urbano. El mayor peligro de la acción de esta plaga radica en su predilección por las abejas a la hora de alimentarse, consiguiendo reducir la población de estas y con ello la acción polinizadora que desarrollan y que es tan necesaria en nuestro ecosistema.
Las principales medidas apara controlar la plaga se basan en la detección de los nidos y su destrucción en las horas que hay mayor presencia de avispas en el mismo. La Diputación de Bizkaia ha tomado cartas en el asunto y mediante la colaboración de los bomberos están centrando sus esfuerzos en la destrucción de estos nidos en un intento de control de la plaga de este insecto.
El Ayuntamiento de Abanto-Zierbena ha desarrollado un protocolo específico contra la avispa asiática habiendo destruido este pasado fin de de semana 2 nidos de avispa y al menos 12 en lo que va del verano. También en Leioa y otros municipios han entrado en acción los bomberos de la Diputación Foral de Bizkaia, que actúan tras el aviso de las policías locales, que a su vez reciben avisos de la población.
La época idónea para el control de la plaga es el otoño, no por el ciclo biológico del insecto sino por la mayor facilidad para detectar los nidos que como hemos dicho se instalan en los árboles en mayor proporción. Se considera que esta plaga se quedará siempre con nosotros y será imposible su exterminio, pero al menos se pretende controlar la plaga hasta alcanzar poblaciones de avispa en un número aceptable. Una nueva plaga en Bizkaia que ha llegado para quedarse.