La presencia de gatos en las calles de cualquier gran ciudad es habitual. La elevada capacidad reproductiva de esta especie hizo tomar cartas en el asunto al Ayuntamiento de Bilbao a fin de controlarla. De esta forma desde que en 2017 el consistorio pusiera en marcha el programa municipal de Captura, Esterilización y Suelta (CES), la incidencia se ha visto reducida. 5 años después, la administración local tiene controladas 110 colonias de gatos gracias a 144 personas voluntarias.
El objetivo del método CES, además de reducir la proliferación, tiene como fin evitar los conflictos vecinales y mejorar la calidad de vida de los gatos.
Para ello, el ayuntamiento cuenta con una serie de voluntarios que se encargan de recopilar información sobre las colonias, gestionar las esterilizaciones etc. Un papel importantísimo que no sería posible sin la ayuda de este equipo de personas que hacen los visos de cualquier empresa de control de plagas en Bilbao o Bizkaia. Si una compañía de sanidad ambiental se encarga de realizar labores de desratización o desinsectación, estos vecinos hacen el trabajo de captura y suelta. Durante este proceso son llevados a clínicas veterinarias contratadas por el Ayuntamiento para proceder a su esterilización. Junto con este proceso, los gatos también son desparasitados y se les realiza una marca en la oreja para identificarles como animales esterilizados. Una vez realizado este paso son devueltos por las mismas personas al lugar donde se recogieron.
Control de plagas de gatos callejeros
Desde la implantación del método CES, el total de animales esterilizados en la capital vizcaína ha sido de 1.123. En 2021 se han castrado un total de 359 gatos callejeros, 216 hembras (60%) y 143 machos (40%). El 54% eran animales menores o iguales a año de edad. Asimismo, han quedado registradas 110 colonias, repartidas por toda la villa con un número total de 840 ejemplares, estando esterilizados 525.
Desde el propio consistorio aseguraron que la diferencia entre gatos esterilizados durante el comienzo del programa CES hasta el año pasado se debe principalmente a una serie de causas. Por ejemplo: la esperanza de vida de los felinos callejeros raramente supera los cinco años, parte de los animales esterilizados son adoptados por lo que mejoran su calidad de vida y la migración propia de ejemplares entre colonias.
De todas maneras esta labor no sería posible sin los 144 voluntarios. Una cifra que ha crecido ostensiblemente, ya que antes de la pandemia eran 76 personas las que realizaban este trabajo. Un pequeño número contando las necesidades geográficas de una gran ciudad como Bilbao. Estos vecinos son seleccionados cumpliendo una serie de requisitos como puede ser vivir en una ubicación adecuada, que estén comprometidos con la esterilización y todo aquello que aborda asuntos como la alimentación y el correcto mantenimiento del entorno.
A pesar de que los gatos pueden ayudar en tareas de eliminación de roedores, las empresas de control de plagas en Bilbao y Bizkaia ven con buenos ojos la implementación de esta medida por parte del ayuntamiento. Aunque estos felinos se ven amigables, no hay que olvidar que ocasionan molestias y tienen un gran poder reproductor.