Descubren una bacteria capaz de frenar la plaga de mosquito tigre

Un estudio publicado por la revistas Insects ha desvelado que un grupo de investigadores ha descubierto una bacteria que puede ser clave en las labores de desinsectación del mosquito tigre. El microrganismo llamado Wolbachia podría ser un recurso más para frenar la expansión del Aedes albopictus, insecto vector de enfermedades como el Zika o el dengue.

Se trataría de un gran descubrimiento ya que ayudaría a las empresas de control de plagas a combatir a esta especie que por ejemplo ya está asentada en Euskadi.

Los expertos descubrieron que la bacteria Wolbachia, del tipo gramnegativas, es un microbio que infecta a los artrópodos y que aparece de forma natural. Esta bacteria es la responsable de modificar la biología reproductora de las especies donde se hospeda.

De esta forma, el estudio ha podido comprobar que los machos infectados y las hembras no infectadas tenían una “incompatibilidad citoplasmática”. Esto quiere decir que los huevos estaban en estado de esterilidad. Un descubrimiento que según los investigadores podría utilizarse como tratamiento para el control de plagas.

Para dar con este hallazgo, los científicos introdujeron la bacteria Wolbachia en mosquitos tigre “a través de un proceso de hibridación con la línea de laboratorio ARwP”. Tras este hecho, descubrieron que los huevos producidos resultaron estériles en un 99,9% de los casos. Un dato a tener muy en cuenta como campaña de prevención e impedir la expansión del Aedes albopictus por la Península.

Origen del mosquito tigre

Por desgracia, el mosquito tigre es una especie invasora que llegó por primera vez en 2004. Originario del sudeste asiático, expertos en sanidad ambiental estiman que su erradicación es muy difícil por lo que cualquier medida que dificulte o evite su expansión siempre es bien recibida.

Es uno de los insectos que más preocupa a las instituciones ya que, como hemos mencionado anteriormente, es capaz de transmitir enfermedades como el dengue, el virus del Zika o el chikungunya. Su fácil adaptabilidad a cualquier ecosistema hizo que su propagación fuese muy rápida, estando presente en gran parte del Estado, Bizkaia incluida.

Asimismo, los investigadores hacen hincapié en que este estudio no puede llegar en mejor momento, ya que dentro de las estrategias de las empresas de control de plagas el empleo de insecticidas se ha encontrado a dos grandes enemigos. Por un lado, la resistencia de los insectos a ellos, y por el otro una legislación, cada vez más estricta sobre su uso. Este descubrimiento es una herramienta más para hacer unas labores de eliminación de insectos efectiva, renunciando en todo lo posible a métodos químicos.

Mientras los investigadores siguen con este estudio, las compañías de sanidad ambiental deben proseguir con su labor e impedir la aparición de cucarachas, ratas… en locales comerciales, viviendas o comunidades de vecinos. Ante la más mínima duda de la presencia de roedores o insectos, la herramienta más indicada es ponerse en contacto con profesionales. Ellos establecerán un plan de actuación para localizar el origen de la plaga y el tratamiento más eficaz para su erradicación.